Onírico

Siempre he sentido, y quizás querido, que mi trabajo fotográfico viva desde lo indefinido porque no existe un ejercicio más violento que escribir sobre uno mismo, que buscar categorías para que lo que haga y piense encaje dentro de una definición. El ejercicio de buscar explicaciones en el mundo real de lo que eres o haces es algo que viene desde la mirada externa. Nunca me había sentado a reflexionar sobre la posibilidad transgresora o lo político porque cuando me acerqué a las imágenes por primera vez solo estaba capturando el mundo como lo percibo y a las personas que conozco y amo. Nada era diferente a la forma como veo el mundo o lo que soy. Así, escribo este fragmento como me acercaría a una bomba en el suelo, con miedo y de puntillas.

A partir de ese proceso he podido ver el arte como una posibilidad que no puede y no debe estar separada de las experiencias del artista, de sus procesos, luchas y de las cuestiones sociales que lo atraviesan. Mi acercamiento a la fotografía siempre ha sido desde mis luchas sociales, siempre he intentado que todo lo que haga posea un trasfondo político, sea este ‘perceptible’ o no. Parte de esto también ha sido lograr el desapego de la lógica occidental de ‘belleza’, para moverla, trasladarla, resignificarla y convertir este ejercicio en un proceso que retrate, desde la cotidianidad, a gente que conozco y que exprese mis experiencias de vida. Sobre todo, recalcar que este es un ejercicio nacido lo más natural de mis condiciones sociales, viene desde lo marica, desde lo montubio, desde el campo, desde lo que el sistema ha borrado y convertido en chistes y estereotipos. 

Explorar las posibilidades de la imagen está relacionado con la exploración de las corporalidades, con la exploración de la luz, con la exploración del maquillaje y con el arte de vestir.

Rigoberto S. Lequerica 
Artista queer, montubio, habitante de una zona rural en Manabí. Reside en la ciudad de Guayaquil desde hace siete años. Se ha licenciado en literatura y desde hace tres años se dedica a la fotografía profesional. Su obra plantea llevar la realidad que lo atraviesa al registro, busca algo más allá de la lógica y la estética normativa. 

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