Por: Camila Calderón
Veo al amor romántico como a este gran engranaje creado por la televisión, el patriarcado, el capitalismo, la religión y la heteronorma, con el fin, principalmente de controlar lxs cuerpxs de las mujeres y manipular nuestros sentimientos.
Desde la niñez se nos implanta este virus de creer en el amor de pareja y en el proceso de crecer, debido a esas idealizaciones, nos equivocamos, sufrimos, permitimos y ejercemos violencia. Todo esto no es amor, es control sobre le otrx y control por parte del sistema sobre cómo debemos sentirnos.
Parte del juego del amor romántico es que muchas veces dejamos a un lado nuestra individualidad para mimetizarnos y fusionarnos con una pareja, creando crisis identitarias, confusión, inseguridades y dolor.
Es por este motivo que, a través de la ilustración, propongo destruir y mutar todo este engranaje que tanto daño nos hace. Al engranaje lo planteo como una ciudad, ya que vivir en ella para mi representa rutina y toxicidad y es en ella donde todo el tiempo vemos publicidad que intenta manipularnos.
En la mitad de la hoja, ilustré un subsuelo-madriguera, en donde hay tres mujeres mutantes, en ellas crecen plantas, que rompen el asfalto de la ciudad. Representando de esta forma, que hay otras formas de amor existentes, como el de nuestrxs amigxs, de la familia, de la tribu, amor a la naturaleza y animales; los mismos que son lazos potentes e inquebrantables, sin embargo, por culpa del amor romántico de pareja, todo esto queda invisibilizado.
También, en la parte derecha de la ilustración, está una criatura que está destruyendo la ciudad, ésta fue creada por la fuerza de las mujeres de la madriguera y enviada para incendiar y construir un lugar diferente a este engranaje.
Es necesario, analizarnos y sanar todas estas heridas causadas por idealizaciones tóxicas del amor romántico. Una vez hecho esto, pienso que tenemos que cuestionar todo lo que pensamos sobre el amor y sumergirnos en un proceso de desaprender, para poder simplemente ser.
Saber que este no es el único tipo de amor y que debemos transmutar y conspirar para que el mundo sea lugar seguro para todxs, empezando ese cambio por unx mismx.
Camila Calderón Tengo 24 años, me considero unx híbridx de imágenes, criaturas, sonidos y memorias. Pienso siempre en el cuestionamiento planteado desde el incendio y la acción. Uso como medios de conspiración a la gráfica, la calle y la experimentación audiovisual. Mi práctica artística gira en torno a la reflexión sobre lxs cuerpxs y la naturaleza como sujetxs cosificadxs y explotadxs. A través de ella, indago sobre las posibilidades que permitan una emancipación de ese control, haciendo un repaso por la memoria, la visibilización y el empoderamiento.
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