Los ladrones también somos autónomos, pero no recibimos ningún tipo de ayudas por parte del Gobierno en esta crisis desatada por el coronavirus. Lo del confinamiento ha sido lo peor que le ha podido pasar a nuestro sector: nada de tirones de bolso o de agazaparte en una esquina para robar al personal a punta de navaja, porque no pasa ni el Tato por la calle y tampoco podíamos reventar pisos porque las casas están llenas de gente. Y la policía parándote por el solo hecho de circular por la vía pública.
Me tuve que disfrazar de repartidor de comida a domicilio para poder currar, y trabajar sin equipo de protección individual con el que evitar contagiarme. En nuestro gremio lo estamos pasando muy mal y esto va a seguir así mientras no haya una vacuna disponible. Comprenderá, señor letrado, que, para una vez que puedo entrar en un banco tapándome con una mascarilla y sin levantar sospechas, fue toda una tentación atracarlo.
Héctor Daniel Olivera Campos (Barcelona, España, 1965). Empleado municipal en Barberà del Vallès (Barcelona). Ganador del primer premio en los siguientes certámenes literarios: I Concurso de Microrrelatos ELACT (Encuentro Literario de Autores de Cartagena (2013); Cibercertamen literario Hypatia de Alejandría de literatura breve en su quinta y novena edición (2013) y (2017); III Certamen de Microrrelatos de Historia “Francisco Gijón” (2015); XI Premio Saigón de Literatura (2017); XV Premio de Relato Corto “El coloquio de los perros” (2017); I Certamen de relato corto Té Cuento (2018); IV Certame contos de Ultramar (2018); XIV Concurso de Relatos de Viaje Moleskin (2019) y III Concurso de Relato Hiperbreve “Qué no nos jodan la vida” (2020). Finalista en numerosos premios. Ha publicado relatos en diversas antologías y en revistas literarias de España, Latinoamérica y Estados Unidos.
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