Nicolás Mora
Enrique Males es un músico autodidacta considerado como el amauta del canto, la poesía y la palabra. Nace en 1943, siendo oriundo de la comunidad indígena de Quinchuqui, ubicada geográficamente en la provincia de Imbabura, al norte del Ecuador. Males se debe a sus raíces, desde donde ha construido un patrimonio de más de veinte años de trayectoria musical, con aproximadamente veinticuatro producciones. A partir de los atropellos ejercidos por la sociedad mestiza, la segregación del indio de la vida moderna y el rechazo de la identidad cultural de su pueblo, compone un repertorio artístico dirigido a denunciar y contrarrestar la vergüenza de ser indio, de sus costumbres y de su lengua. Su música se consagra a la reivindicación de los valores culturales de su pueblo. El compromiso social aplicado al arte será la herramienta discursiva que permite afrontar procesos de revitalización cultural, funcionando en forma de resistencia a las fuerzas dominantes. Enrique Males asegura que continuará cantando porque los pueblos necesitan de su voz. Es así como el silencio de la inconformidad, impotencia y rabia, se convirtió en canto de reivindicación motivado por un proceso personal de autoeducación, conciencia política y social.
El haber pertenecido a una familia de músicos le da el impulso necesario para profundizar en la composición. Es uno de los pocos creadores en la línea musical precolombina que ha logrado dar un nuevo sentido a las sonoridades del pasado, revitalizando armonías ancestrales que se han convertido en referentes del presente y parte de la memoria cultural del pueblo kichwa. Al escuchar su obra artística es indiscutible que posee una poderosa voz, cantos, sonidos y silbidos, elementos con los que compone elegías a la naturaleza, agradecimientos a la vida, canto social encaminado a la permanente lucha de los pueblos originarios. Por eso considera indispensable el compromiso con las nuevas generaciones para perpetuar el valor del arte y sus posibilidades discursivas.
Disponerse a escuchar a Enrique Males implica considerar todo el contexto en el que se inscribe, es considerar la compleja realidad social que viven los pueblos originarios, es considerar la historia de resistencia e insurgencia ante la discriminación proveniente de la colonia y su continuación en la república. Enrique Males se convierte en el exponente que mantiene viva la matriz mística y ancestral de la música andina en la contemporaneidad. No es de extrañar que se haya convertido en un personaje defensor de la cultura kichwa al consagrar su obra a una lucha contra hegemónica, una lucha contra homogeneizante de la cultura a través de la apropiación de significados y significaciones sociales e históricas de su pueblo.
Si bien resulta común pensar que la voz que se enuncia a favor de las lenguas y culturas históricamente desfavorecidas tiene una actitud activista, el mayor reto de quien se aproxima a su obra en realidad es franquear las barreras que impiden la recepción de dichas manifestaciones en otros contextos, aquellas barreras que son tecnológicas, logísticas e ideológicas. Disponerse a escuchar a un artista indígena implica tratar de abandonar todo tipo de preconcepciones, implica escuchar en otros formatos y generar aproximaciones críticas a lo social contemporáneo.
Discografía indispensable:
Quinchuquimanda Imbayacuna (1979)
La Poesía Es un Arma Cargada de Futuro (1987)
Allpamanta Kausaimanta (2001)
Biografías (2019)
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