Kevin Ramírez García
El hijo de Sion
La escena transcurre en una pequeña isla desierta, Limones, Esmeraldas.
Los personajes son dos niños: (Pe)-drito y Pablito. Están jugando con arena y conversando. Alguien llama. Ambos miran hacia un lado y siguen jugando con resignación.
-drito:
(a la dirección de la voz, gritando) ¡No voy a volver a la casa! ¡Recién Salí!
(amaga con irse y regresa a donde estaba) No, no voy a ir. Déjeme salir, que
recién acabé los deberes.
Pablito: ¿Por qué tu abuelita es así? Nunca nos deja jugar…
-drito: Últimamente mi abuela anda
con miedo. Habla raro y me dice que no quiere que nos pase nada malo.
Pablito: Nada malo puede pasar. Nada pasa en esta isla.
–drito: …un tornado…
Pablito: Eso puede pasar.
-drito: …los narcos…
Pablito: Eso también puede pasar.
-drito: …una ola gigante…
Pablito: Pero estoy seguro de que no se refiere a todo eso, sino a algo
malo de verdad…
-drito: …como que se nos aparezca
el diablo…
Pablito: (asustado) ¡Cállate, Pedrito!
¿Eres bobo? Porque tus parientes no creen en Diosito no tienes miedo de eso.
-drito: (asustándole) ¡Él nos
llaaaaaaamaaaaa! ¡Nos pide que
vayaaaaaaamos con él!
Pablito: ¡No, no digas eso! No hables del Diablo… (llora, o solloza
asustado)
-drito: ¡Ja,
ja, ja, ja, ja! No aguantas una broma. Eres un negrito llorón.
Pablito: (con voz grave. Se contorsiona lentamente en cruz) Con el diablo
no se juega, Pedro. Solo con mencionar su nombre puede poseer tu cuerpo…
-drito: Pablito,
¿qué te ocurre?
Pablito: Diablo no es el verdadero nombre del demonio. ¡Es Lucifer!
(convulsiona en cruz) ¡Asrael!, ¡Belcebú! ¡Samael! ¡Azael! ¡Lagión! ¡Leviatán!
¡Dialé! ¡Changó! ¡Moloch! ¡Moloch ascenderá! ¡Moloch ascenderá! ¡Moloch
ascenderá!
-drito: No, amigo. ¿Qué te pasa? ¿Qué dices de Moloch? ¡Qué miedo! Para de una vez, Pablo, no hace chiste.
(Pablito intenta agarrar a Pedro, pero no puede porque está protegido por Dios. Pablo se convierte en Eva, la pecadora original y abraza a Pedro. Desaparecen).
(Oscuro. Se abre una puerta, una trampilla al otro mundo. Aparece el Narrador, en cruz, en la misma posición de Pablito antes de desaparecer).
Narrador: La travesura fue realizada por dos niños inocentes. En la isla de Limones quedó abierta la puerta hacia la Tierra del Diablo y de allí salieron demonios, que infectaron toda la isla de muerte e impureza (Mira en derredor).Pero los demonios no pueden escapar de la isla. La sal los purifica, y esta isla está rodeada de agua salada.
(Sonríe).
Narrador: Años más tarde volví a mi isla. Me recomendaron llevar un rosario en la mano y un palo largo para asustar a los cocodrilos. El rosario está bendecido por todos mis familiares brujos. El palo, también.
(Camina lentamente y los demonios comienzan a rodearlo. Deja colgar el rosario).
Narrador: Tengo
que anunciarles que es el fin del mundo, y todo es cierto. Diablo y Dios
existen. El Diablo huele mucho a amoniaco y me dijo que regresara acá, a esta isla.
Dios… también huele, pero a cloro. También me dijo que viniera.
(Se acerca a la puerta del infierno).
Narrador: Me temo que pelearán por un cuerpo, por el mío. Por cada centímetro de mi piel, por poseerme y vencer en el apocalipsis. Solo les hago caso porque yo sé algo que ellos no. Bueno, tal vez uno sí. Verán, luego de escapar visité a Pedrito en el infierno. Allí me dijo, muy asustado, “esta guerra… ya está decidida, Pablito”. Que…
A una sola voz: …es un juego, ya estoy cansado de jugar. ¡Solo quiero que llegue ya el momento en el que MOLOCH ASCIENDA…!
(Pablito/Narrador suelta el rosario, se deja poseer por los demonios enmascarados. Lo meten al infierno. Oscuro).
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