C.V.

Luis Chiriboga

Querido estudiante de provincia
Si su solicitud de beca fue negada
Si nunca le llamaron para la vacante en la biblioteca
Si sus padres no lo mantienen
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Si ya llegó al hastío de los días, si ya planeó qué hará luego de abandonar la ciudad y volver a su provincia con un peso de velorio, desajuste su reloj, adelante diez años el calendario. En la noche, salga a cambiar las direcciones de las calles, converse con perros y mendigos, ancianas solitarias y murciélagos, libélulas y ratones. Aprenda sus costumbres aunque implique antropofagia. Deshágase de sus pocos bienes materiales. Imprégnese de la ciudad, habite en ella. Desnudo, descalzo, permítase que la urbe lo desborde. Como el habitante primigenio que sobrevivía de la caza y recolección, de la misma forma usted será el vestigio reconocido por arqueólogos urbanos que encuentren su cuerpo salvaje repartido entre paradas de buses, bancas de parques y aceras huesudas.

Fotografía de Kirk Lai Man Nung.

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